El gobierno de Israel ha canjeado un israelí por mil palestinos que estaban en sus cárceles (el mensaje de lo que valen uno y otros es evidente). Es una magnífica noticia pero no oculta, para mí , el acoso y apropiación de tierras y de los derechos de agua o luz (una instalación financiada con dinero español ha sido considerada ilegal por la administración israelí) a los agricultores israelies no judios; tampoco voy olvidar la ocupación ilegal de Jerusalén Este, metro a metro.
También han conseguido que la petición del reconocimiento del Estado Palestino no sea aceptada porque EEUU ha impuesto su capacidad de veto.
El poder y la fuerza de su celebrada democracia en medio del hormiguero es capital para los intereses occidentales pero es una vergüenza que un gobierno democrático actúe de forma abusiva y depredadora por no profesar una religión y una cultura.
¿Qué diríamos si uno de nuestros gobiernos occidentales actuara la mitad de oportunista y depredadora que el de Israel?. Las democracias han de serlo dentro y fuera de las propias fronteras, no justifica el sentimiento de amenaza con el abuso permanente y desleal hacia sus vecinos no judíos. Están practicando, con método renovado, el Edicto de Granada y la Pragmática y los occidentales somos valedores de esta política llevada a cabo por unos gobiernos democráticos, supuestamente.
Como se va a dar carta de crédito a la democracia y que pueda ser ejemplo para la primavera árabe, si este gobierno del Estado de Israel, democrático, actúa como una dictadura.
Por otra parte no todos los israelíes apoyan ésta política de abuso permanente, y eso me reconcilia con el pueblo israelí y el pueblo judío, sus protestas han sido reiteradas y contundentes a favor del dialogo y la convivencia.
martes, octubre 18, 2011
El canje: uno por mil
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