miércoles, mayo 08, 2013

EL ANARQUISTA QUE SE LLAMABA COMO YO

 
      Pablo Martín Sánchez
El anarquista que se llamaba como yo
Editorial: Acantilado
ISBN: 978-84-15689-18-8
Páginas: 624
Precio: 26.00 €



Una vez más los amigos son mi fuente inagotable de recomendación y consejo para elegir libros de lectura.
Pablo Martín Sánchez de 1977 cerca de Reus, es el autor, graduado superior en Arte Dramático, licenciado en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada, y máster en Humanidades. En el sector editorial, ha trabajado como lector, corrector, traductor y librero. Es fundador de la revista Verbigracia y miembro del equipo de redacción de la revista digital La Siega, actualmente es colaborador habitual de la revista Rinconete (Centro Virtual Cervantes) y realiza estudios de doctorado en Lille. Su debut literario fue con el libro de relatos Fricciones (2011).
El anarquista que se llamaba como yo, nace de la curiosidad que le supone al autor, lo cuenta en el prólogo, que su nombre coincida exactamente con un anarquista que participó en la intentona de 1924 al entrar con un grupo armado de anarquistas desde Francia con el propósito de derrocar la Dictadura de Primo de Rivera, entendiendo que con la acción desde el exterior y el levantamiento interno el Directorio caería.
La historia lo fascina y busca al personaje y su tiempo, tejiendo la historia real con una historia ficticia que da a la novela una consistencia cinematográfica que te arrastra fácilmente.
El autor ha conseguido que personajes, con los que durante los últimos cuarenta años he convivido, en libros, en secretos, en historias de mesa camilla, en artículos y mitificaciones juveniles como Ortega, Unamuno, Durruti o Blasco Ibáñez, se hagan reales, en sus pasiones, en sus palabras y en sus actitudes ante el exilio, y la dictadura de Primo de Rivera. Lo cuenta el propio autor:
“¿Por qué? Supongo que porque al tirar del hilo enseguida vi que detrás había una buena historia. Cuando descubrí que figuras como Durruti, Unamuno o Blasco Ibáñez habían participado en los hechos, tuve que reconocer que en el fondo era yo el que había mordido el anzuelo y que no me quedaba más remedio que escribir esta novela”.
La novela comienza con Pablo Martin Sanchez trabajando en la imprenta “La Fraternell” y en el siguiente capítulo está naciendo en 1890 en Baracaldo. Así el autor nos cuenta su desarrollo personal y su vida “actual” en 1924 en paralelo, haciendo coincidir ambas “vidas” en el último capítulo.
También le pide prestado a Pio Baroja, a “Robinson” de su libro La familia Errotacho donde cuenta el episodio de la entrada de los anarquistas en Vera de Bidasoa y lo convierte en el mejor amigo del protagonista desde la adolescencia.
El autor toma vidas reales o ficticias, ficticias o reales y hace que los hechos lúdicos y dramáticos, nos los creamos, como los episodios donde Unamuno, rescatado de su destierro en Fuerteventura, hace vida de tertuliano, irónico y mordaz en el café La Retonde acompañado de Blasco Ibáñez y Ortega, haciendo “la Revolución de papel” , mientras que pasa clandestino Durruti hacia la trastienda para conspirar y hacer la Revolución con las armas.
La novela adolece de detallismo, tal vez suavizar el recurso de la credibilidad por excelencia, hubiera dado mayor velocidad a la lectura, pero quizá, el autor, en su dialogo con el lector quiera frenarle la emoción que le provoca, para que la acción no sobrepase la literatura.
Una magnífica novela sin miedo a las 624 páginas, se pasan demasiado rápido.
Les estoy trayendo últimamente novelas muy buenas de autores noveles y españoles, con que así puedo presumir de amigos que me recomiendan con acierto y de autores españoles de los que estaba un poco huérfano.