martes, octubre 04, 2011

DETECTIVES SALVAJES: 20 AÑOS NOVELADOS DE ROBERTO BOLAÑO



Autor: Roberto Bolaño
Editora: Anagrama compactos
Páginas: 609
ISBN: 978-84-339-6663-6



“¿Entonces que es una escritura de calidad? Pues lo que siempre ha sido : meter la cabeza en lo oscuro , saber saltar al vacío , saber que la literatura básicamente es un oficio peligroso. Correr por el borde del precipicio: a un lado el abismo sin fondo y al otro lado las caras que uno quiere, las sonrientes caras que uno quiere , y los amigos, y la comida. Y aceptar esa evidencia aunque nos pese más que la losa que cubre los restos de todos los escritores muertos.”


Este párrafo de Roberto Bolaño esta sacado del discurso de agradecimiento por XI Premio Rómulo Gallegos en Caracas por esta novela, con la que también consiguió el premio Herralde y que define su modo de entender la literatura: dedicación apasionada, escribir/leer sin límite, buscando nuevas formas de narrar que lo conviertan en referente clásico. Su amigo, Bruno Montané Krebs, convertido en personaje de Detectives Salvajes como Felipe Müller lo define como el Hombre – Obra ¿Por qué? Sus obras eran parte de él y él era parte de sus obras. Bolaño jugaba a la vida con su obra como una extensión de sí mismo, de hecho, esta novela es un retrato del autor, en Ciudad de Méjico, como Arturo Belano, acompañado por Mario Santiago Papasquiaro, Ulises Lima en la novela, su amigo inseparable, su Sancho, en la aventura de caminar la ciudad seguidos de los personajes que van arrastrando en su hazaña de ser poetas, poetas originales, poetas vanguardistas, los “Realvisceralistas” que como los dadaístas luchan por romper los moldes de la poesía imperante, protagonizada por Octavio Paz, y establecer nuevos cánones. Unas semanas antes de fallecer Mario, Roberto le escribe:


“Cuando mejore mi economía apareceré por tu casa una noche cualquiera. Y si no, es igual. El trecho que recorrimos juntos de alguna manera es historia y permanece. Quiero decir: sospecho, intuyo que aún está vivo, en medio de la oscuridad, pero vivo y todavía, quién lo iba a decir, desafiante. Bueno, no nos pongamos estupendos. Estoy escribiendo una novela donde tú te llamas Ulises Lima. La novela se llama Los detectives salvajes. / Un fuerte abrazo. R.”






La novela tiene tres partes: el diario de Juan Garcia Madero que se abre como un mazo de naipes en dos, para acoger la segunda. La estructura es muy novedosa porque si el diario es la sucesión narrada de las experiencias vitales de un joven con ilusión de convertirse en escritor. La segunda es una obra coral donde los principales personajes, sabemos quienes son algunos de ellos por el diario de Garcia Madero, van declarando ante un imaginario investigador durante 20 años, intercalándose, explicando su vida, sus relaciones con Belano y Lima y el movimiento poético, con la poesía que es su vida, con sus compañeros y con la ciudad de Méjico, escenario voluntario. Esta novela es un poema épico que el autor usa de vehículo para dar cabida a los héroes perdidos, todos juntos, son héroes llenos de futuro y al atracar en sus Itacas se encuentran con la realidad de sus huesos esparcidos.


La novela en su edición de bolsillo tiene más de 600 páginas, no se asusten ya me asusté por ustedes, como obra teatral que es, las voces de los personajes se distinguen perfectamente. Si cerráramos los ojos y los escucháramos en silencio, Bolaño, como buen director de escena, supo darle a cada uno su timbre, su acento para que lo distingamos, nos los podamos llevar y los podamos reconocer allá donde los oigamos otra vez.  También, en paseo  de nuestro investigador por  la Feria del Libro del Retiro de Madrid,  entrevista a  los totem literarios del momento y Bolaño hace  un repaso cómico/crítico de los más celebrados,  algunos son facilmente identificables. En otro momento con ironía y ternura traza a través de la confesión de la secretaria de Octavio Paz, el poeta  mejicano, la reconciliación  entre Lima y el nobel mejicano   Uno de mis  personajes preferidos es Amadeo Salvatierra, poeta, guardián de secretos, que mostrándose orgulloso de haber pagado la universidad a sus hijos en las arcadas de la plaza de su ciudad escribiendo cartas y respuestas administrativas para los que desconocen las letras, dice: “yo también, llegado el momento, deje de escribir y leer poesía. A partir de entonces mi vida discurrió por los cauces grises que uno pueda imaginarse” .


Lectura apasionante y que no voy a anunciar como la obra más influyente en la literatura latinoamericana después de Rayuela de Cortázar porque no tengo conocimientos suficientes para ello, pero que merece la pena leer, como una obra maestra, ahora, que el mito inicial de Bolaño ha dejado de apabullarnos con su fuerza mediática.


Roberto Bolaño (Chile 1953- Barcelona 2003) llegó a Méjico con sus padres con 15 años, quiso ser poeta desde siempre y la separación de sus padres le marco hasta sus últimos días. Escribió sus mejores obras sabiendo que tenía cirrosis por un problema biliar, entregó la novela 2666 a su editor y amigo José Herralde justo antes de morir porque quería dejarles a sus dos hijos una herencia suficiente. Desde Méjico viajó a Barcelona en 1977 donde desempeñó todo tipo de trabajos y finalmente se instaló en Blanes, donde era un personaje conocido y querido por todos y que la fama no lo cambió.


No es un escritor maldito como muchos lo quieren representar ahora, vivía con pasión su trabajo y le costó conseguir el reconocimiento. Como narrador comenzó tarde, con 30 años, cuando nace su hijo Lautaro. Sus amigos Jorge Herralde (editor), Ignacio Echevarría (critico y albacea literario de Bolaño) y Rodrigo Fresan (escritor argentino) dicen: poseía una cultura literaria enciclopédica y como consecuencia de ello era literariamente “ generoso y cruel” , generoso con los escritores jóvenes que necesitaban apoyo y cruel con los establecidos y/o escritores de enormes tiradas que escriben más rápido de lo que los puedes leer. Sus amigas, hablan de una relación fácil, tierna, divertida, casi romántica y difícil según la marcha de la fuerza literaria. Con necesidad obsesiva de soledad para trabajar e irreductible en sus principios de creación desde el trabajo. Todos lo distinguen por su humor, amor y lealtad a sus amigos e irrenunciable a sus principios de compromiso y dedicación a la literatura.


Lamentablemente las próximas generaciones de convecinos de Bolaño no lo podrán leer y disfrutar directamente en español, porque les imponen la cruel prohibición de que el español comparta con el catalán la inmersión lingüística. Es una paradoja y desafortunada crueldad que los mejores editores del mundo en español estén ubicados en Barcelona desde donde, como un big bang literario se dispersó por el universo cultural los mejores narradores en español del siglo XX y XXI. Seguro que consiguen la independencia pero lamentablemente se perderán la belleza de leer a Bolaño en español y solo una minoría con capacidad económica se permitirá hacerlo, pero el pueblo, permanecerá ciego y mudo para compartir con sus vecinos españoles su vida. Tendremos que trabajar para que las próximas generaciones puedan hacer la reunificación derrumbando el muro de estupidez que estamos dejando levantar. ¿Quemaran libros de Bolaño en español en las plazas de Blanes o Barcelona?

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