jueves, enero 17, 2008

Dos novelas cortas de eterna adolescencia

Anduve detrás de un librero que estuviera cercano a los libros - ya conocéis la historia de nuestra librería cerrada que suprimió el encuentro y la charla amigable, sobre la novedad literaria o esa rara reedición que me hacía conciliarme con la literatura, ¡que tristeza de Awebury! - y he encontrado a Marisa e Isabel que han acertado en el hueco para perdurar y seguir siendo las libreras. Lo tuvieron difícil, a Marisa se le echaban encima las cuentas y el alquiler, y cuando dijo no puedo mas, encontró a amigos/clientes que decidieron apostar por permanecer fieles a su librería y a las libreras de “La Regenta” y allí siguen, abriendo las paginas de par en par a cada uno de nosotros que buscamos saber, disfrutar y rompernos las ganas de leer. Que gusto da que te convoquen con, “el libro ya lo tienes aquí”.
Las dos novelas que presento y que son dos consejos de Marisa e Isabel son llamaradas de vida, de salto hacia el infinito y hacia el desconocido mundo adulto. Los adolescentes nos cuentan como son, como sienten y como se sienten al querer ser y no sentirse, el centro del mundo. Rechazan a los adultos y están fascinados por ese lugar hermético y lejano donde residen padres y responsabilidades. Locos en las búsquedas y soberbios adoradores del juego oculto en la intimidad del niño que no son, desean refugiarse en el regazo de olores paternos que los protege y les hace sentirse ridículos ante ellos mismos.
Reencuentro
Autor: Fred Uhlman
Traductor: Eduardo Goligorsky
Editorial: Tusquets Editores
Isbn: 978-84-7223-93-8
Paginas: 122
Precio: 5,95
Esta edición es la 12ª

La primera de estas novelas es el encuentro fascinante con la amistad y amor adolescente en un lugar y en unos tiempos insólitos. Alemania de los suabos, la de la Selva Negra y las colinas azules, donde la mitología germánica aposenta sus sueños grandiosos y sobre la que se aproxima la locura de la perfección aria. Si, esa mitología que se inventa así misma, adueñándose de seres sensibles y cultos y que los lleva de la mano a una iglesia parda de la verdad y el miedo.
“Ingresó en mi vida en febrero de 1932 y ya nunca ha salido de ella” es el comienzo y sigue inmenso por su espesura y que solo, quizá, un pintor pueda expresar tanto en tan poco espacio. No llegamos a los lugares solo porque nos empujan, sino, por que nos fascinan las personas y lo que imaginamos que las rodean, así, el adolescente narrador nos trasmite la belleza de sentirse cautivado por un compañero, que entra en la clase de su curso, envuelto en un halo de misterio y novedad. Ese muchacho judío adolescente, se siente fascinado por un aristócrata de su misma edad y sus mismas necesidades, es decir sentirse únicos, importantes, y poder acercarse a la amistad con sentimientos generosos.
FRED UHLMAN, Stuttgart (Alemania) 1906 – 1985 escritor y pintor nos descubre la vida de su lugar de nacimiento en el momento del acecho del nacional – socialismo, a la vida de un muchacho no solo como judío, sino como alemán, explicando como personas ajenas les obligan a creer y considerar que ya, su tierra, sus bosques, el lago Constanza y la Selva Negra, no les pertenecen y los han de borrar de sus recuerdos y han de acabar tachando sus sueños y hacen que sus amigos del alma miren para otro lado, ¿cómo se hace esto? lo vemos diariamente.
EL REENCUENTRO, es una pequeña obra maestra donde el autor nos cuenta como descubre un adolescente la amistad más rotunda y el desamparo más inmenso. Somos y sentimos los personajes tan cercanos que es imposible borrarlos ¿Quién no ha sentido un sentimiento perpetuo en la adolescencia?
La carga literaria es sencilla y fácil de llevar, una tarde de otoño es perfecta para disfrutar de la expresión de los pequeños matices y detalles que hacen que nos sintamos en la piel de los protagonistas por que somos también ellos y nadie más. Es muy difícil, conseguir unas páginas, que cuando las acabas, quieres volver a empezar. ¿Qué he dejado de percibir?
Quizá tengamos magníficos tratados sobre las atrocidades de los nacional – socialistas pero esta pequeña obra de arte, nos narra los sentimientos que corrían entre las manos de los seres que lo vivieron en su propia carne y que quedan duramente expresados: “mis heridas no han cicatrizado, y quienes me traen recuerdo de Alemania, no hacen más que frotarlas con sal”, dice el protagonista.
Existe una respuesta “Alma Valerosa” de la editorial Cuadernos de bronce, donde se narra el desarrollo de la historia desde una carta escrita al amigo judío dándole razones de su abandono.

El río

Autor: Rumer Godden
Traductor: Inés Belaustegui
Editorial: roca editorial
ISBN: 978-84 96791-33-6
Paginas: 157
Precio: 14 €
Primera edición
La segunda de las novelas nace navegando con los sueños por el río que desemboca en el gran delta, pasan las barcazas y fluye la vida y la muerte en las cenizas de seres antes vivos y consagrados mediante el fuego a la misma vida que han abandonado.
Harriet, es la protagonista de esta novela y leyenda, porque alguno de nosotros la buscábamos ya que habíamos visto o leído sobre una película titulada El río que había hecho uno de los grandes maestros franceses del cine Jean Renoir, basándose en esta novela y que es considerada una de las grandes películas de la historia del cine.
Esta llena de poesía y vida.
En la India colonial una familia a través de su hija Harriet nos cuenta como se desenvuelve su vida en la misma desde cada descubrimiento de cada uno de sus miembros.
La adolescencia reina de nuevo y se reitera a cada paso y en cada una de las incertidumbres que nacen con el crecimiento confuso de los sentimientos y el contraste con los más asentados sentimientos de cada uno de los adultos y las dispersas percepciones de los otros niños.
La fauna y la flora son protagonistas de la historia. El alcornoque que marca el lugar en donde la protagonista se siente unida a su existencia y que ella hace suyo y en el que descubre que la tierra da vueltas a pesar de que podamos pararnos y quedarnos opacos sentimentalmente.
Rumer Godden 1907 – 1998 nacida en Inglaterra, residió desde muy niña en la India cerca en Narayanganj (Bangla Desh) hasta 1945, escribiendo más de sesenta obras, donde la India, siempre encuentra un lugar preferente. Fue guionista de sus propias novelas e hizo guiones para otras películas.
El río era donde residía el alma de todos cuantos vivían cerca de él, era transporte hacia cualquier destino de mercancías y hombres y era donde dejaban las cenizas de los seres queridos que habían dejado el río para vivir en él
La autora hace un relato casi autobiográfico de su encuentro con la madurez y el largo camino hasta ella y como encuentra las metáforas adecuadas, describiendo su relación con el agua que corre sin parar, y el tráfico de seres que la siguen.
El olor como el más intimo de los sentidos, une a la protagonista a cada momento de su existencia y a cada sitio. Las flores desprenden su esencia y la envuelven, dándole la razón de donde está y a lo que esta unida para siempre.
Descubrir la vida en muchos casos es sufrir y sentir el dolor que nos produce ser ajenos a los demás y ser cada vez más autónomos. “Esta todo tan oscuro que se puede oír el río” dice la protagonista cuando se esta despidiendo de su infancia.
Esta novela según la autora es una obra “otorgada” que surge como el comienzo de un poema que la protagonista tiene en la cabeza y quiere salir sin pedir paso “Acaba el día, el final empieza”
Brillan los diálogos, las palabras se siguen como la corriente del río armándose en olas y mareas para dejarnos una bella historia de amor a un lugar y a una época de la vida y que Jean Renoir dijo que esta novela “era un homenaje a la India y a la infancia”
Dos novelas buenas y llenas de vida con unos interesantes seres con sentimientos identificables en nosotros y que quizá dejemos opacos.
Estamos empezando el otoño y me gustaría comentarles que el vino esta haciéndose en las bodegas, ocupando el lugar del que estamos saboreando, pausadamente, sin prisas y que lleva sus múltiples matices unido al color rojo oscuro. Abran la botella y dejadle que saque el genio de su juventud, jueguen con el en la copa y luego también en la boca, y disfruten del sabor eterno del vino.

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