El Lobo
Autor: Joseph Smith
Traductor: Cruz Rodríguez
Editorial: Mondadori
ISBN: 9788439721550
Paginas: 128
Autor: Joseph Smith
Traductor: Cruz Rodríguez
Editorial: Mondadori
ISBN: 9788439721550
Paginas: 128
“La obra no fue diseñada como una fabula moral, pero no me molesta si el lector la interpreta así”
Hacer escuchar la voz de un ser que caza en un paraje inhóspito y complejo, buscando alimento para sobrevivir, es un trabajo muy difícil y el autor lo ha logrado. Ser durante 128 páginas un lobo que siente sus fuerzas mermar y no perder la compostura literaria, me parece, un ejercicio tan duro, como perseguir alimento en un bosque nevado.
El bosque es el medio del protagonista, pero el invierno hace que buscar la pista de las palabras se haga casi imposible.
Joseph Smith, es un londinense de 29 años, licenciado en filosofía, y, que con esta, su primera novela, causó sorpresa en la feria de Frankfurt, el mercado internacional de literatura, donde las editoriales acuden a comprar y vender sus hallazgos y novedades.
El protagonista, un lobo que busca alimento desesperadamente para mantenerse vivo, se interroga sobre su existencia y la de su medio ambiente, que forma parte de sí mismo. Entre las reflexiones, surge su contacto con el hombre y tomando sus palabras nos describe:”estos árboles de mi hogar el hombre los considera barreras, la nieve la ve un estorbo, el frío glacial y el viento cortante le parecen enemigos, pero yo amo esas cosas porque son las que me hacen fuerte: no me echan atrás, sino siempre me han empujado adelante, lejos del recuerdo del hombre”.
La secuencia del pensamiento durante la búsqueda de alimento, la percepción de su situación y el contacto con otro depredador, al que perdona la vida en pos de una esperanza, es un logro narrativo que nos conduce lúcidamente hacia el destino de un animal que sabe quién es y lo que él espera.
La búsqueda no lo ciega, le deja lugar a la contemplación de su hábitat que describe de forma magistral, y tampoco su debilidad le impide emocionarse ante la belleza del paisaje.
Es un cazador y estudia a su presa hasta el mínimo detalle, intenta leer en la mirada de la víctima, su vida y su estrategia de defensa: conoce el riesgo y las posibilidades, y ha de manejar esa lectura para ganar en un competición limpia donde cada ser deberá aprovechar al máximo sus cualidades y las del entorno.
El zorro, otro depredador, el antagonista, utiliza sus armas y sutileza, que nos sugiere que la lucha nunca ha de darse por terminada.
Por el contrario en el hombre lee una mirada confusa y turbia, que no entiende.
Joseph Simth, ha conseguido una novela corta e intensa en la que acompañamos a los personajes por su mundo de imágenes cautivadoras, llenas de simbolismo y a través de las cuales intenta contarnos sus sentimientos y necesidades y siempre desde su naturaleza,
Bellísima y emocionante novela, que como esta primavera nos llena de gusto por la vida.
Quiero hacer un homenaje desde aquí a dos autores muy importantes para mí, en los últimos años: uno, JG Ballard, que murió ayer, nos ha dejado una obra visionaria y fantástica, tanto, que su apellido se ha convertido en un adjetivo : “ballardiano”, para hablar de mundos extraños, fantásticos, futuros posibles de caos y catástrofe, que algunos ven como parábolas de nuestro futuro.
Hacer escuchar la voz de un ser que caza en un paraje inhóspito y complejo, buscando alimento para sobrevivir, es un trabajo muy difícil y el autor lo ha logrado. Ser durante 128 páginas un lobo que siente sus fuerzas mermar y no perder la compostura literaria, me parece, un ejercicio tan duro, como perseguir alimento en un bosque nevado.
El bosque es el medio del protagonista, pero el invierno hace que buscar la pista de las palabras se haga casi imposible.
Joseph Smith, es un londinense de 29 años, licenciado en filosofía, y, que con esta, su primera novela, causó sorpresa en la feria de Frankfurt, el mercado internacional de literatura, donde las editoriales acuden a comprar y vender sus hallazgos y novedades.
El protagonista, un lobo que busca alimento desesperadamente para mantenerse vivo, se interroga sobre su existencia y la de su medio ambiente, que forma parte de sí mismo. Entre las reflexiones, surge su contacto con el hombre y tomando sus palabras nos describe:”estos árboles de mi hogar el hombre los considera barreras, la nieve la ve un estorbo, el frío glacial y el viento cortante le parecen enemigos, pero yo amo esas cosas porque son las que me hacen fuerte: no me echan atrás, sino siempre me han empujado adelante, lejos del recuerdo del hombre”.
La secuencia del pensamiento durante la búsqueda de alimento, la percepción de su situación y el contacto con otro depredador, al que perdona la vida en pos de una esperanza, es un logro narrativo que nos conduce lúcidamente hacia el destino de un animal que sabe quién es y lo que él espera.
La búsqueda no lo ciega, le deja lugar a la contemplación de su hábitat que describe de forma magistral, y tampoco su debilidad le impide emocionarse ante la belleza del paisaje.
Es un cazador y estudia a su presa hasta el mínimo detalle, intenta leer en la mirada de la víctima, su vida y su estrategia de defensa: conoce el riesgo y las posibilidades, y ha de manejar esa lectura para ganar en un competición limpia donde cada ser deberá aprovechar al máximo sus cualidades y las del entorno.
El zorro, otro depredador, el antagonista, utiliza sus armas y sutileza, que nos sugiere que la lucha nunca ha de darse por terminada.
Por el contrario en el hombre lee una mirada confusa y turbia, que no entiende.
Joseph Simth, ha conseguido una novela corta e intensa en la que acompañamos a los personajes por su mundo de imágenes cautivadoras, llenas de simbolismo y a través de las cuales intenta contarnos sus sentimientos y necesidades y siempre desde su naturaleza,
Bellísima y emocionante novela, que como esta primavera nos llena de gusto por la vida.
Quiero hacer un homenaje desde aquí a dos autores muy importantes para mí, en los últimos años: uno, JG Ballard, que murió ayer, nos ha dejado una obra visionaria y fantástica, tanto, que su apellido se ha convertido en un adjetivo : “ballardiano”, para hablar de mundos extraños, fantásticos, futuros posibles de caos y catástrofe, que algunos ven como parábolas de nuestro futuro.
Tambien una obra autobiográfica que empezó con un libro que hemos conocido por el cine: “El imperio del Sol” de la mano de Spielberg. Leyendo este libro se puede entender mejor su trabajo y cabe preguntarse si: ¿ su obra literaria ha sido la consecuencia del impacto, en su infancia, de un campo de concentración japonés? Tardó 40 años en escrirla ¿ escupirla?¿ vomitarla?. Y terminó su autobiografía con "Milagros de Vida".
El otro es Juan Marsé, el biógrafo de los perdedores, que recibe el Premio Cervantes 2008, un autor crecido en la Barcelona de la posguerra que saltó del oficio de joyero al de cronista atento de los barrios periféricos de su ciudad, donde se desarrollan sus novelas y sus antihéroes.
Un taxista, en los años 30, les cuenta a sus pasajeros que está desesperado porque es viudo y tiene un hijo recién nacido que no puede atender, los Marsé, que no pueden tener hijos, deciden, durante el trayecto, adoptar a ese niño.
Tengan cuidado con las ediciones de las novelas de Marsé que posean en su biblioteca, porque cuando reeditan su obra, este joyero de la literatura, la revisa y reescribe algunos párrafos.
"Rabos de lagartija, Las últimas tardes con Teresa, La chica de las Bragas de Oro", son algunas de las joyas que ha escrito y como es normal, la que está escribiendo es la mejor.
Un buen vino blanco, muy frío, es una escusa muy buena para seguir leyendo.
El otro es Juan Marsé, el biógrafo de los perdedores, que recibe el Premio Cervantes 2008, un autor crecido en la Barcelona de la posguerra que saltó del oficio de joyero al de cronista atento de los barrios periféricos de su ciudad, donde se desarrollan sus novelas y sus antihéroes.
Un taxista, en los años 30, les cuenta a sus pasajeros que está desesperado porque es viudo y tiene un hijo recién nacido que no puede atender, los Marsé, que no pueden tener hijos, deciden, durante el trayecto, adoptar a ese niño.
Tengan cuidado con las ediciones de las novelas de Marsé que posean en su biblioteca, porque cuando reeditan su obra, este joyero de la literatura, la revisa y reescribe algunos párrafos.
"Rabos de lagartija, Las últimas tardes con Teresa, La chica de las Bragas de Oro", son algunas de las joyas que ha escrito y como es normal, la que está escribiendo es la mejor.
Un buen vino blanco, muy frío, es una escusa muy buena para seguir leyendo.