Editor: Yad Vashem – Ente para el Recuerdo de los Mártires y Héroes del Holocausto
Edición Original: Israel Gutman y Bella Gutterman
Traducción: Maria Martínez del Sol
Editorial: Metáfora Ediciones.
ISBN: 978-84-95799-08-1
Año de publicación: 2007
Nº páginas: 254
Precio: 25€
Introducción
Las palabras de uno los más eficaces asesinos, que la historia de la humanidad ha tenido, son la más triste introducción para presentar este libro.
El testimonio de Rudolf Höss comandante Auschwitz – Bikernau hasta 11 de noviembre de 1943 y después, dada su eficacia, en mayo de 1944 recibió la orden de preparar las instalaciones por la llegada de los judíos húngaros.
“Por voluntad del Reichsführer de las SS, Auschwitz se convirtió en la mayor instalación de exterminio de seres humanos de todos los tiempos. Que fuera necesario o no ese exterminio en masa de los judíos, a mí no me correspondía ponerlo en tela de juicio, quedaba fuera de mis atribuciones. Si el mismísimo Führer había ordenado la solución final del problema judío, no correspondía a un nacionalsocialista de toda la vida como yo, y mucho menos a un Führer de las SS, ponerlo en duda."
Sobre el procedimiento de asesinato, primero experimentó con los prisioneros de guerra rusos:
“Después de haber introducido el polvo se oyeron voces que gritaban “¡gas!”, a las que siguió un griterío rabioso, mientras los prisioneros se arrojaban contra las puertas. Pero las puertas resistieron. Fue una cosa que me inquietó mucho y me hizo experimentar cierto disgusto, aunque me había imaginado la muerte por gas mucho peor... En aquel tiempo la matanza de los prisioneros de guerra soviéticos no me preocupó gran cosa. Se me habían dado órdenes al respecto y mi deber era seguirlas. Incluso debo admitir que aquella operación me tranquilizó, porque en poco tiempo debía comenzar el exterminio en masa de los hebreos... Ahora ya teníamos el gas apropiado, y habíamos establecido el procedimiento”.
El proceso
Un poco de historia sobre la operativa del gobierno alemán de la época:
Fue una decidida política antisemítica, de limpieza étnica e ideológica, que estaba estructurada en las etapas siguientes:
Acoso político y social, con la suspensión de derechos.
Suspensión de libertad.
Expolio de las propiedades.
Creación de los Guetos y esclavización como fuente de mano de obra.
Envió a los campos de auto exterminio por trabajos forzados
Eliminación sistemática y ordenada de los no válidos.
El análisis y la toma de decisiones
En la Conferencia de Wannsee (nombre de la villa donde se celebró la reunión) convocada el 20 de enero de 1942, fue donde se estudió “el problema judío” y se decidió “la solución final” con una orden escrita de Hermann Göring a Reinhard Heydrich, “El Carnicero de Praga” (era judío de 2º grado ya que tenía dos abuelos judíos), comisionado por Heinrich Himmler (Reichsführer de las SS) “para encontrar la solución final al problema judío”.
La fabrica de la muerte
El campo de Auschwitz – Bikernau, fundado en 1940, era una perfecta fábrica de 40 kilómetros cuadrados de extensión donde estaba integrado todo el proceso de exterminación y esclavización. En la misma instalación había talleres para trabajos forzados y sistemas de exterminio. Es decir, llegaban los héroes, eran seleccionados, entre válidos, para ser utilizados como esclavos y no válidos, y a estos últimos, se les exterminaba.
Imaginen, aunque les cueste, que llegan 4.500 personas en vagones de ganado y los clasifican, a los válidos los mandan a cortar el pelo, duchar, cambiarse de ropa, los tatúan, los fichan, les asignan barracón y trabajo. A los no válidos los mandan a las cámaras de gas y después queman los restos. Las ropas, el pelo, prótesis dentales y las pertenencias útiles, (son clasificados y almacenados) para enviarlos a las fabricas de reciclaje, todo ello sin fallos de tránsito, como una fábrica automatizada, un diseño ejemplarizante de la ingeniería del gobierno alemán dirigido por Adolf Hitler.
El Álbum
Este libro es el reportaje gráfico del proceso de exterminio, por ello tiene la importancia de documento - testimonio de la barbarie.
Se llama también “El Álbum de Lili Jacob”, por que fue Lili Jacob la que lo encontró y lo mantuvo junto a ella con denodada firmeza hasta que lo entregó a la institución Yad Vashem, que trabaja para honrar la memoria de los mártires de la crueldad industrializada.
La historia de este testimonio gráfico se inicia con el envío, el 24 de mayo de 1944, de los judíos húngaros, desde el gueto de Beregszász (Hungría), actualmente es Ucrania -en los Montes Cárpatos-, al famoso campo de Auschwitz – Bikernau. Hasta ese gueto habían llevado a los judíos de Bilke, donde había nacido Lili.
Al llegar a Auschwitz – Bikernau, Lili Jacob es considerada válida y separada de sus padres y sus hermanos a culatazos. Le cortan el pelo, es enviada a la ducha, la uniforman a rayas y le tatúan el nº A-10862 en el antebrazo.
En diciembre, la envían a Silesia a una fábrica textil y después de pasar por Morchensten para fabricar munición, llega al campo de Dora Mittelbau donde enferma de tifus.
El 9 de abril de 1945 los americanos llegan al campo y ella enferma intenta salir, para no perdérselo, se cae y sus compañeros la llevan a una estancia para que esté mas confortable. En ese lugar vivían los suboficiales alemanes. Busca ropa en un armario y encuentra el Álbum, en él identifica, entre otras muchas personas fotografiadas, al Rabino de Bilke. Se da cuenta que ese documento es fundamental para ella, y desde entonces forma parte de su vida, considerándolo como un regalo del destino y de Dios.
Vuelve a Bilke, regala y vende algunas fotografías entre amigos y vecinos, la leyenda del Álbum se extiende. En 1946 el Museo Nacional de Praga hace copias en vidrio del mismo.
Lili se casa con Max Zelmanovic y posteriormente, en 1948, emigran a EEUU en donde Beate y Serge Klarsfeld, (son un ejemplo de tenacidad y sentido de la justicia) en los años setenta, consiguen obtener el permiso para publicarlo.
La historia del testimonio del Álbum prosigue hasta identificar a los autores del mismo, los SS Bernhard Walter y Ernst Hoffmann ambos del servicio de identificación del campo. Ambos eran los encargados de hacer las fotos y fichas de cada uno de los prisioneros, con la exclusión de judíos y gitanos, quienes, supongo, no necesitarían fichas, y menos una foto.
Debemos recordar que en los campos se asesinaron mayoritariamente a judíos, eslavos y gitanos por su raza, pero también a los opositores al régimen, tanto en Alemania como en los países invadidos, por ejemplo en Polonia, se buscó borrar la conciencia y el sentido de Nación, y eliminar a todas aquellas personas que pudieran representar o ser reflejo de Polonia, es decir, intelectuales, médicos, políticos, artistas, clero y aristocracia.
Actualmente hay naciones que siguen esta política de exterminio por razón de raza
Veamos las fotos.
Siguiendo la secuencia de fotos que he seleccionado: en esta primera, me gustaría que puedan observar el estupor, cansancio infinito y sentimiento de abandono de las personas, familias completas, que después de días de tren, hacinados, llegan a un lugar desconocido.
Las madres llevan en sus brazos recién nacidos y pegados a sus cuerpos a sus hijos un poco mayores. ¿Los fotógrafos les pedirían una sonrisa?
La llegada al campo
En la segunda foto: Los oficiales alemanes, ayudados de prisioneros, hacen la selección, clasificándolos en: los capaces de ser útiles como esclavos en los campos de trabajo y los que no sirven, es decir, mujeres mayores, ancianos y niños.
La selección entre los validos para el trabajo y los no validos
La tercera foto: después de la selección, mujeres relativamente jóvenes entre 18 y 40 años, que les han cortado el pelo, pasan a las duchas , a ponerse un uniforme a rayas, y un número tatuado en el antebrazo, ¡ya están listas para ser todavía mas esclavas!.
Las mujeres seleccionadas van hacia sus barracones
La cuarta fotografía: El resto, con los niños, caminan de la mano hacia las cámaras de Gas, después sus cuerpos desnudos serán introducidos en hornos para hacer cenizas el futuro.
Los no validos caminan hacia la muerte
Es un reportaje completo sobre el asesinato y esclavización de miles de personas que durante años el gobierno de un país llevo a cabo en aras de una supuesta limpieza étnica e ideológica, para preservar de la contaminación a una raza superior.
No hace mucho hubo el mismo modelo en Yugoslavia y lo sigue habiendo en lugares de África. En este continente, el hambre, las guerras y las enfermedades son buenas cámaras de gas, por que los campos ya existen.
La intolerancia es fruto del sueño de pureza racial, o lingüística, o ensoñación histórica, de unos líderes y los borregos que les siguen, mano en alto con saludo o con libro de “normas”.
Este Álbum es un reportaje tan eficiente y artístico que incluso si no fuera por el tema que trata y quien lo encargó, seguro que los autores hubieran obtenido algún premio.
La visita
Aunque no pertenece al Álbum original los editores, han incluido al final un reportaje de la visita de Heinrich Himmler (Reichsführer de las SS), al campo para conocer de primera mano cómo marcha la fábrica.
Es curioso, parece como si el presidente de la empresa fuera a visitar las nuevas instalaciones, le faltan las fotos cortando la cinta, la niña entregándole el ramo de flores y el brindis, seguro que las había pero no las encontraron.
El Comando Canadá
Estas fotografías demoledoras que recogen el trabajo de los prisioneros veteranos agrupados en el llamado Comando Canadá.
Cuyo trabajo era ir seleccionando y clasificando los restos: botas, zapatos, mantas, cestos, maletas, ropas diversas, baldes etc. que han dejado los héroes al entrar en el camino de la muerte y la esclavitud.
El gobierno Alemán se enriquecía a costa de los condenados a muerte. Hasta otoño de 1944 se fundieron 2,000 kilos de oro extraído de los dientes de los asesinados. También se apropiaron de piedras preciosas, de grandes cantidades de dinero y de otros objetos de valor. Las tropas de vigilancia de las SS no desaprovechaban esta ocasión para enriquecerse.
El Comando Sonder
El otro comando, llamado Sonder, era el que llevaba a los judíos a la cámara de gas y después quemaban los cuerpos.
Un hombre que sobrevivió a sus hermanos, Charles Papiernik, nos cuenta “Todas las mañanas rezaba -aunque no soy religioso- para que no me mandaran al Comando Sonder y me destinaran al Comando Canadá. Nunca me destinaron a ninguno de los dos".
El Álbum de los verdugos
El Álbum, llamado, de Karl Höcker. Este fue encontrado por un oficial norteamericano en un apartamento de Frankfurt y que dono al Museo del Holocausto de Washington, es la otra cara del de Lili Jacob. Es la vida de las oficiales y empleados del Campo en su lugar de descanso y efectuados en el mismo periodo, puesto que se ve al anterior comandante de Auschwitz, que fue comisionado como responsable del “comité de recepción” de los héroes húngaros del gueto de Beregszász. Incluyo algunas fotos, porque considero, que es necesario ponerles caras y ojos a los verdugos.
Las fotos:
También se utilizaba para premiar a los soldados que se habían destacado en “su trabajo” con los prisioneros.
En la primera fila están (de izquierda a derecha): Karl Höcker (ayudante del comandante del Campo), Otto Moll (responsable de los hornos crematorios), Rudolf Höss (anterior comandante), Richard Baer (comandante del Campo) Josef Kramer (posterior comandante de Bergen – Belsen), Franz Hössler (responsable del recinto de la prisioneras), y Josef Ménguele, el medico que experimentó con los prisioneros mientras permanecían vivos y especialmente interesado en los gemelos, con el fin de conocer como llegaban a gestarse y de esta manera duplicar la producción de arios.
Ménguele ayudado de sus familiares y la red de amigos consiguió huir a Argentina desde Italia, murió en Paraguay, acosado por sus perseguidores.
Al fin y al cabo es una reunión de camaradería, los responsables del Campo de Auschwitz – Bikernau cantan acompañados de un acordeón.
El dueño del Álbum, Kart Höcker (ayudante del comandante del Campo) pudo librarse de ser detenido como criminal de guerra porque llevaba documentación falsa cuando fue detenido. Posteriormente, al salir del campo de prisioneros, estuvo 18 meses, encontró trabajo en un banco regional como cajero y después, tras ser identificado finalmente fue condenado a prisión por siete años, al salir de la cárcel en 1970 volvió a su trabajo de cajero y murió en el año 2000 a los 88 años.
La segunda foto es la placidez del descanso con la familia y los niños tomando el sol
Los oficiales de la SS y sus familias tomando el sol de Auschwitz
¿Hay que tenerlo?
Es un libro que hay que tener en nuestra biblioteca, es un libro de consulta y de recuerdo a los miles que murieron sin saber porque.
Este libro se publicó en Alemania en 1995.
En España, se ha publicado en noviembre de 2007 gracias a la Casa de Sefarad – Israel y Yad Vashem (Premio Príncipe de Asturias de la Concordia 2007).
También podéis entrar en las páginas Web: www. yadvashem.org, y www. ushmm.org, esta es la del Museo del Holocausto de Washington, pero no son un libro.
La crónica de los números.
Las elecciones de 1932:
El partido Nazi llego al poder democráticamente, sin ganar por mayoría absoluta, el presidente de la Republica, Hinderburg nombró a Adolf Hitler como Canciller. El parlamento alemán tenia 580 escaños
El resultado de las elecciones del 6 de noviembre de 1932 fue:
Nacionalsocialistas: 196
Partido popular nacionalista alemán: 51
Partido Popular: 11
Partido económico: 1
Grupúsculos: 12
Centro Católico: 70
Partido popular bávaro: 20
Partido democrático alemán: 2
Partido Socialdemócrata: 121
Partido Comunista: 100
Los Campos:
47 campos de exterminio y de trabajo.
Los primeros fueron fundados en 1933, en Alemania, nada mas ascender al poder el partido Nazi.
Los resultados estimados de estos campos:
5.600.000 a 6.100.000 de judíos, de ellos el 50% polacos
3.500.000 a 6.000.000 de civiles eslavos
2.500.000 a 4.000.000 de prisioneros de guerra soviéticos
2.500.000 a 3.500.000 de polacos no judíos
1.000.000 a 1.500.000 de disidentes políticos
200.000 a 800.000 gitanos
200.000 a 300.000 discapacitados
10.000 a 250.000 homosexuales
Finalmente esta fotografía, la última imagen que conservamos de ellos.
“Antes de entrar a las cámaras de gas, las familias con sus queridos niños, hacían turno sentados en la arboleda, a la sombra, como si de una tarde de domingo se tratara”.
